Dos reyes magos

Es que me chiflan estas dos fotos que nos hicieron en Túnez, en el desierto. A mí me daba un miedo atroz montar en dromedario, porque son altísimos, y al subir y bajar esos bichos se inclinan peligrosamente. Yo me pedí una cría, pero se la dieron a otra chica que era más bajita que yo.El guía me dijo que como no me estuviera calladita, me montaban en un mehari (se pronuncia mijari y es un dromedario de carreras, más blanco y mucho más alto que los normales).

Pero fue un paseo magnífico. Nos dijeron que sería una hora, pero fueron casi dos. Eran las ocho de la mañana y hacía fresquito. El guía nos dijo que nos vestirían con chilabas y pañuelos para que el sol no nos molestara, y que había que alquilar los pañuelos, pero Gre y yo nos presentamos con nuestras kefiyas, y el guía nos hizo un guiño de entendimiento. Las chilabas nos hacían parecer presidiarios, las kefiyas, palestinos, y las gafas de sol, jeques saudíes, así que llevábamos una mezcla que no sé cómo a los camelleros no les dio un ataque de risa.

La verdad es que al principio pasé miedo, pero luego al ver nuestras sombras a dromedario sobre las dunas, me pareció que éramos como los reyes magos. He aquí el testimonio gráfico del evento. No se ría usted, señora, hágame el favor.