Nadie provoca con más clase que Yves Saint-Laurent

Me gusta esta foto. Por razones evidentes, y por otras no tan evidentes, que son las de más peso. Las no evidentes son varias, entre ellas, que ya era hora de que los hombres se dejen de milongas y sean capaces de posar para un desnudo frontal, como en la época clásica (ah, aquellos tiempos sin tapujos...); y la razón más de peso de todas es que me gusta por rabia. Porque me da rabia que se censure esta foto en España (¡En España...!) y en otros muchísimos países, salvo en Francia. Odio este tipo de censura, que me recuerda a las ridículas hojitas de parra de los museos vaticanos. Pero al parecer seguimos teniendo una visión y una mentalidad demasiado vaticana como para poder ver este anuncio. Quizá temamos quedarnos ciegos al verlo, heridos por el rayo vengador de un dios censor, no sé. Pero yo sólo veo que es una fotografía muy bien hecha, muy hermosa, que juega con los claroscuros del barroco y la búsqueda de la perfección del arte clásico, y ¡qué coño! el efebo está para mojar panecillos tiernos.