martes, septiembre 19, 2006

Una asignatura pendiente


De día hemos caminado muchas veces por la playa, pero sin disfrutarla, sólo hemos caminado por puro deporte. Me llevabas casi a rastras, ¡me cuesta seguir tus pasos, tan largos!
Nos falta pasear por la playa al anochecer, y ver cómo el sol se hunde en el agua. Y si pudiéramos ver el rayo verde, mejor. Pero caminar por la arena, mientras se hace de noche, cogida de tu mano por el puro gusto de cogerla, esta vez no para no caerme; hablar casi en susurros, ahora que casi puedo, intuirte a mi lado, más que verte, y oler el mar a la vez, debe de ser la gloria bendita. ¡Prométeme que me llevarás a ver el atardecer de Zahora!

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