jueves, diciembre 14, 2006

Buenos días, tristeza

Buenos días, tristeza, no sé qué has hecho, pero te has instalado en mi corazón y no quieres irte. Sé que en cierto modo es normal, pero me da la impresión de que estás echando raíces y eso no me gusta, ya sabes lo que dicen del pescado y los huéspedes. Tengo un montón de cosas por delante: un vestido nuevo, un cambio de imagen en la peluquería, una cena con gente que aprecio un montón... pero has conseguido que todo me esté resultando indiferente, y no quiero. He salido esta mañana y he estado de compras, y no era capaz de levantar cabeza, me salía una voz apagada y cansina y a veces era como si me mareara. Pensé que si me daba el aire me sentiría mejor, pero no ha sido diferente a estar en casa sola y dándole vueltas a la cabeza. ¿Qué me has hecho? ¿Con qué cara puedo ahora darle consuelo a mi familia, que está destrozada? ¿Cuándo se me van a ir las enormes ganas de llorar que tengo (y no puedo, no soy capaz de desahogarme)? Ya, ya sé que es muy reciente todo, pero necesito levantar cabeza cuanto antes. Hay personas que esperan de mí un consuelo y no me puedo presentar ante ellas con esta cara que me has puesto, malvada tristeza, qué dañina eres cuando te lo propones. Vete pronto y no anides ni pongas tus larvas en mi corazón. Estoy deseando decirte buenos días, y buen y largo viaje, tristeza, que aquí ya has hecho bien de las tuyas.

2 comentarios :

Paula dijo...

Buenas, es a esta a la entrada a la que me refería. Pese a ser triste me gusta mucho, la forma en que la has definido, aunque supongo que tan solo es como te sientes. Espero que vaya saliendo poco a poco. Un besazo y Felices Fiestas

Evla dijo...

Gracias, Paula. La verdad es que cuando me siento mal (o bien, que todo hay que decirlo), me entra la imperiosa necesidad de escribirlo. Hace 22 años que tengo un diario, pero aquí también puedo compartirlo con gente tan estupenda como vosotros.