viernes, diciembre 08, 2006

Hoy hablamos de...

Retomando los comentarios del blog de Mayte, le doy totalmente la razón en cuanto a que la gente no suele hablar en público de sexo. ¿Os imagináis que hablar de comida fuera tabú? Me imagino que sobre el sexo pesan todavía siglos y siglos de tradición judeocristiana en nuestro acervo, porque en época de los griegos y antes, no era un tema tan tabú ni tan pecaminoso. Pero me hago cruces de que precisamente "eso" sea "lo peor". Yo opino que es uno de los grandes placeres de la vida (en mi escala de valores, leer en la cama y el sexo están así, así, no sé cuál poner antes. ¡Se pueden hacer tantas cosas en la camita! Se puede hacer el amor, leer... y desayunar los domingos, como una reina, sobre todo si te lo lleva la persona amada, después de una buena faena amatoria, servido con una sonrisa y una rosa entre los dientes, ¿verdad?). Bien, dejo de soñar despierta, decía que es uno de los grandes placeres de la vida, y aunque no se practique... ¡qué agradable es una conversación sobre sexo entre amigos (y si es entre amigas, mucho mejor, aunque algunos hombres se escandalizarían de oírnos, a veces...)! Pero hasta que consigamos hacer de ello algo natural, si es que lo conseguimos alguna vez, ha de llover mucho todavía, me temo. Y sin embargo, es una de las mejores cosas que podemos hacer, es una comunicación tan profunda, que llega mucho más allá de las palabras, y es buenísimo para tantas cosas, es antidepresivo, anticatarral, antiarrugas, quema calorías, favorece el riego sanguíneo... y más cosas que me dejo en el tintero. Sólo pienso que es maravilloso abrazar, besar, acariciar, amar y sus pasivos. Uno se siente tan libre y tan feliz que no hay palabras para describirlo. En realidad, aún no he encontrado ninguna definición exacta del amor. Sólo Quevedo se aproximó con un soneto impresionista, que lo describe con metáforas. Quizá sea lo más indicado para describirlo:
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado;
es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado;
es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

1 comentario :

MAYTE dijo...

UN DIEZ PARA TU COMENTARIO EVLA..
Y ES CIERTO QUE ES ESTUPENDO PARA LA SALUD...
NADA MAS HAY QUE VERNOS A TI Y A MI.. REBOSAMOS SALUD POR LOS CUATRO COSTADOS..
JE,JE,JE..
BESINES..