Me imagino que tardaré muchísimo en leerlo, pero me da igual. No puedo esperar a que salga la traducción al castellano, que también compraré cuando la publiquen. Esta noche empezaré a leerlo, a ver qué tal se me da Harry Potter en su lengua materna.
martes, julio 31, 2007
Soy una enrea
Aunque mi amigo Juan opine (y muchos como él) que Harry Potter es una castaña pilonga, a mí me encanta; por supuesto, más los libros que las películas, soy más de libros que de cine; además, creo que las películas, aunque están muy bien pueden hacer más daño que otra cosa, porque los nenes pueden dejar de leer los libros para ir a verlas y es una lástima. Y ayer me compré "Harry Potter and the Deathly Hallows"... en inglés. No pude resistirme. Lo hojeé y vi que no me resultaba tan complicado de leer, aunque hace ya cinco años que dejé la escuela de idiomas. Así que me lo embolsé por cuatro razones: a) el libro me decía "cómprame"; b) lo que vi al final, me intrigó y trastocó mis esquemas; c) así refresco el inglés y d) porque soy una enrea.
Me imagino que tardaré muchísimo en leerlo, pero me da igual. No puedo esperar a que salga la traducción al castellano, que también compraré cuando la publiquen. Esta noche empezaré a leerlo, a ver qué tal se me da Harry Potter en su lengua materna.
Me imagino que tardaré muchísimo en leerlo, pero me da igual. No puedo esperar a que salga la traducción al castellano, que también compraré cuando la publiquen. Esta noche empezaré a leerlo, a ver qué tal se me da Harry Potter en su lengua materna.
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3 comentarios :
Aunque este libro ya no pertenece según mi criterio a la literatura infantil, tengo que romper una lanza en favor de los libros infantiles y juveniles. Después de pasarme un verano en la sala infantil de la biblioteca, me he dado cuenta de que lo que hay allí es un auténtico tesoro, tanto por la cantidad de buenas editoriales y autores como por las maravillosas ediciones que se publican para atraer a los niños a la lectura. Hay ilustradores fuera de serie, libros originales llenos de sorpresas (había uno de Egipto con un pedrusco azul en la portada). Sólo me da pena que los adultos podamos sacar solamente un material de allí y que el 85% de los niños sólo se lleven películas y juegos de ordenador. Los libros los sacan para desordenarlos, pintorretearlos y romperlos.
Lo de los libros y los chavales no tiene remedio, como no sea que cambien mucho las cosas en el colegio. A nosotros nos hacían sacar un libro del colegio todas las semanas de la colección barco de vapor, y a la siguiente teníamos que resumirlo en pocas líneas. Lo que consiguieron es que siempre me gustara la lectura.
También es verdad que en aquella época no había tanta tv, tanto videojuego ni tanta tontería. Pero en fin...
¡Pufffff! Llevo tres días leyéndolo y voy por la página...¡56! Todo un récord para la devoradora de páginas. Pero está genial. Yo sigo en ello...
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