La verdad es que a Manolo, bromista de solemnidad, mi confirmación le pilló con dieciséis años, uno menos que yo, y entonces quizá no tenía la malicia y la socarronería de ahora, si no...yo sería Agapita, Sisenanda o cualquier otro nombre horrible que se le hubiera venido a la cabeza. En realidad, estaba prohibido que el padrino de confirmación fuera menor de edad, pero Manolo era ya un tiarrón alto, fuerte y guapo, y aparentaba más edad, así que nadie sospechó que el padrino tenía un año menos que la confirmanda.
Era tan imponente y guapo que revolucionó a mis compañeras de clase y a varias madres de las confirmandas (algunas mamás comentaron a mi madre que vaya padrino que tenía la nena), y luego en el piscolabis que nos dieron las monjas en el patio del cole fue el blanco de todas las miradas. Me imagino que las otras estarían intrigadísimas, preguntándose :"¿De dónde ha sacado esa tonta a semejante padrino?".
De hecho, era un sex symbol en el Santa Eulalia, era una especie de Tom Cruise, pero más alto, más fuerte, más guapo y más salao que las pesetas. Tenía tarumbas a todas las nenas, hasta que apareció Mayte y se lo llevó. Hoy en día es un feliz padre de familia, y Mayte y él, un matrimonio feliz. Llevan veinte años juntos, desde adolescentes.
La verdad que he empezado hablando de mis tres nombres y he acabado por hablar de Manolo, pero es que es divertidísimo. Las cenas de Nochebuena son como ir al circo, toda la noche jajajajajaja. Y siempre cumple una tradición, aunque últimamente, por causas familiares, no ha procedido: llama a mi prima Gloria (que no es prima suya) por teléfono, y le dice que es mi hermana Pilar, y a pesar de su vozarrón, le jura y perjura que es Pilar. O le hace creer que es el presidente de la federación de comparsas, o cualquier cosa que se le pase por la cabeza, el caso es que Gloria se hace un lío monumental, hasta que se acuerda de que es Nochebuena y que al otro lado del teléfono está Manolo.
En fin, ya me he reído bastante yo sola mientras recordaba estas cosas. Siento no poner fotos del mozo, pero es que no tengo ninguna. A sus treinta y siete años recién cumplidos, sigue siendo, como dice mi abuela, un tipazo de hombre.
P.D. Lo siento, si pongo mi tercer nombre, perderé la poca credibildad que me queda. Y aviso a cualquiera de mi cruel family que entre aquí que NO lo diga so pena de espantosas maldiciones. Luego empiezan las risitas y los diminutivos bobos.
4 comentarios :
mi primo manolo es así?????????????????
¿Cómo, si no?
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