jueves, julio 02, 2009

Yo soy yo y...

Hay mucha gente que me conoce por internet, o fuera de él, que tiene hecho un gazpacho andaluz con la cantidad de personalidades bajo las que me escondo. En realidad no me escondo, simplemente cambio de nombre como otros de calcetines, quizá porque mi nombre primigenio, Eulalia, no me gusta nada. Se preguntarán cómo es que no me gusta, siendo tan emeritense y tan latinófila y helenófila; pues no me gusta. Siempre lo he metido en el mismo saco que Eustaquia, Eufemia, Eulogia (que es como me llama mi hermano Juan), así que lo catalogo como uno de esos nombres horribles que se ponían antes. Además, la gente se arroga el derecho de llamarme Lali sin consultarme, y lo ODIOOOOOO. Que lo sepáis.
Por ello, en internet aparezco bajo otros nombres, así que paso a escribir una guía informativa para encontrarme:
  • Dama dura: éste fue mi primer alias, y el menos conocido. Lo tomé de Lestat el vampiro, de Anne Rice, y era el apodo de la chica del grupo musical de Lestat. Ya no suelo usarlo, porque la gente se cree que soy una dominatrix, y ya me ha causado más de un equívoco con algún internauta que me pedía a gritos que lo envolviera en papel albal y luego le diera una buena tunda de látigo (¿yooooooo?, jijijiji, si me viera...).
  • Evla: E-V-L-A y no Elva o Eula, no: e-uve-ele-a. Es el diminutivo de mi nombre en griego moderno, que se transcribe "Evlalía"(pronunciando la uve como Jesús Hermida). Este nombrecito me lo dio mi antiguo compañero Rafaíl cuando hacíamos el seminario de griego moderno. Es el apodo más frecuente y el que menos entiende la gente.
  • [Fra] Jeromo Sapiens: uno de los más nuevos; lo rescaté de una invención de mi hermano Antonio. Cuando era más pequeño, se inventó el nombre de Jeromo Sapiens, muy parecido fonéticamente a "el homo sapiens". Es un nombre muy divertido aunque como es masculino, alguna amiga me ha tomado por lo que no soy y alguna me ha puesto de príncipe para arriba. El Fra se explica abajo.
  • Fra (o hermano) Adelmo: Evidentemente, este frailecillo inexistente bajo cuyos hábitos me escondo a veces, está cogido de El nombre de la rosa y tiene un mes de vida, concretamente desde que mis hermanas y yo jugamos a El misterio de la abadía, un cluedo medieval descacharrante donde tenemos que comunicarnos en gregoriano mientras un fraile asesino nos va quitando del medio. Veneno Hipnótico se esconde bajo la capucha de Ubertino da Casale y Dixie, bajo el Hermano Venancio, o incluso Berengario (ya le vale).
  • Bulalia (sí, con B): así me llamaba mi Manuel, mi niñito sordo del colegio, que tenía tres años y, claro, mi nombre le resultaba bastante difícil de pronunciar. A mis niños grandes les gusta llamarme así, y yo, que estoy loca por llamarme de cualquier modo antes que Eulalia, lo acepto con alegría. Así aparezco en tuenti y así reza en mi camiseta de la peña motera. NO es un error. Mis nenes me llamaban a grito pelao por los pasillos señorita Bulalia, y yo atendía a su llamada. A veces, cambiaban a Magistra Lupa o Magistra Pittbull, pensando que me hacían rabiar así. ¡Pos no!

En fin, esta lista se irá haciendo más y más larga con el paso de los años; en cuanto encuentre un nuevo apelativo, allá que me bautizo.

3 comentarios :

Anabel Rodríguez dijo...

Que tu hermano te llame Eulogia, no tiene perdón de Dios, creo que va a perecer en ese cluedo medieval, como castigo divino.
Lo de Bulalia, resulta muy tierno, pero mucho.
Besitos gordos

velvetinna dijo...

Será Eulogio ¿no?
Pues a mí Eulalia no me suena para nada como esos nombres que has comentado, pero casi nadie está contento con el que le ha tocado. Yo hace años también renegaba de Begoña, pero no sé si me he acostumbrado que no me veo con otro. Bulalia suena además de tierno, como dice Anabel, muy gracioso y más fácil de pronunciar jeje.
Un beso.

Evla dijo...

Begoña es mil veces más bonito que Eulalia, y para más inri, a veces ni siquiera me llaman así, sino Ulalia (la E se la comen con patatas). A mí me recuerda a la cancioncilla que decía "La Tía Eulalia la llorona /de tanto como lloró / al pobre de su marido / del infierno lo sacó". Un horror.