martes, julio 27, 2010

Cuatro meses, cuarenta años.

Otra cuarentona estupenda, gran amiga mía.



Hoy me quedan cuatro meses para cumplir cuarenta años. No sé por qué, pero es un número fatídico. Siempre me ha parecido un horror llegar a ser cuarentona (todavía no lo soy, disfruto de mis treinta y nueve años, y mucho). Pero ahora que se va acercando el momento, no lo veo tan terrible. Quizá porque no aparento la edad que tengo, gracias a la genética familiar, ni tengo canas, aunque pensé que durante las oposiciones acabaría por obtener la cabellera de la Emperatriz Infantil; ni apenas arrugas, porque tengo la piel más bien grasa. Pero eso, aunque es un pequeño orgullo, no es determinante. Lo importante es cómo se siente una por dentro, y yo sigo pensando que tengo dieciocho años; será que la mayoría de edad me marcó tanto que no evolucioné.

Bromas aparte; tener cuarenta años ahora no es lo mismo que tener cuarenta años en las generaciones anteriores. Hoy una mujer de cuarenta años es joven todavía; al menos, yo no me siento mayor. ¿Qué he conseguido, si me pongo a hacer balance? Mi horóscopo celta dice que mi árbol es el fresno, la ambición, pero qué quieren que les diga, mis ambiciones son modestitas y hace unos días que las conseguí: he sacado la plaza de profesora de secundaria, que tampoco es moco de pavo, pues he tardado quince años en conseguirla. ¿Qué más quiero tener y ser? Nada más. Quiero tener y ser lo que tengo y soy. Quiero condurar lo que tengo: mi familia, mi marido, mis amigos, mi pisito de protección oficial, mi cochecito para ir al trabajo, mis aficiones, mis libros, ¿qué más quiero? Salud y tranquilidad; para mí y para todos. El caso es que ahora que lo pienso, pido mucho.

También quiero muchas cosas accesorias, como todo quisque: ser más guapa, más delgada, más elegante, que me toque la lotería, comprarme joyas, ir a trabajar en un Porsche Cayenne, salir de copas con George Clooney, ir de vacaciones a la Costa Azul... pero puedo vivir perfectamente sin ello y sin frustrarme.

Me esperan muchas bromas y tomaduras de pelo el día de mi cumpleaños, pero son sólo eso, bromas. Qué más da. Dicen que la mejor edad son los quince años, pero yo tenía granos, estaba en plena edad del pavo, no sabía lo que quería y me sentía espantosa. Ahora me estoy reconciliando conmigo misma y lo que veo no me desagrada. Sigo siendo joven y además, soy consciente de ello y lo disfruto. Y que me quiten lo bailao.

6 comentarios :

la corona dorada dijo...

Es que hay gente que se siente cuarentona y hay quien se siente cuarentañera. No es igual, sister.

Evla dijo...

¿Me explicas la diferencia? No sabía eso, vil.

veneno hipnotico dijo...

Monte Ararat! Joder después de ponerte las tonterías de Chipre,bulgaria y Hungría...duchandome cai en la cuenta de los animalitos de Dios y luego cai en lo de los arqueologos y pensé en un mito y claro todo concidió....pero no sabía que era un volcán...bueno que me vino a la mente como Eureka y ahí está me debes otro gallifante! jejejejejejejjeejejeje

veneno hipnotico dijo...

los cuadernos de caligrafía cuestan 9€ cada uno me parecen un poco caro pero tu verás son de uncial,rustica romana,gotica y beneventan, por lo que he visto es el abcdario y repetir las letras y creo que alguna frase...creo que es mejor que tu lo veas,asi que acercate al museo......si yo te lo cojo me hacen un 10% pero son 36 € las cuatro,no sé,no sé...

velvetinna dijo...

Eres de lo mejor ¡¡sigue así!!

Zyanya dijo...

Hola!!!Me ha encantado tu entrada!!Además me ha hecho mucha gracia ver que la última frase que has escrito es la misma con la que yo terminé mi primera entrada en mi blog.
Un beso y sigue igual de alegre!