martes, agosto 29, 2006

Minicuento

Este cuento, de Augusto Monterroso, se considera el más pequeño de la literatura:

El dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.


Me encanta, porque como dijo Baltasar Gracián, lo bueno, si breve, dos veces bueno, y también porque es una historia completa, y a la vez, permite imaginar el antes y el después. Al leerlo, uno se hace mil preguntas que sólo puede responder a propia imaginación; creo que Monterroso pretendía eso con el cuentecito. Parece tonto, pero creo que es dificilísimo escribir un microrrelato, al menos, yo lo he intentado y no he sido capaz. Lo quedo aquí para solaz y disfrute de mis visitantes.

De todos modos, os invito a que pongáis alguno aquí, y yo los saco de Comentarios y los publico, ¿vale?¡Animaos!

1 comentario :

Evla dijo...

He encntrado uno de hace muchos años, entre mis papelotes. lo apunto, pero advierto que muy bueno no es:
"Y entonces, Jorgina recibió la noticia de su vida, junto con el ramo de flores. Se desmayó."