Esta mañana me he acordado al despertarme de una poesía de mi libro de lengua de 1º de E.G.B.que todavía recuerdo. Dice así:
Ratoncete era un ratón
muy simpático y travieso
que comía mucho queso,
carne, chorizo y jamón.
Pero un día en que comía
muy feliz y muy contento,
no vio que el gato venía
y el gato allí lo zampó
y aquí se acaba este cuento.
Enseguida iban a publicar ahora esa poesía en un libro de 1º de primaria, qué crueldad, por favorrrr, ¿no? que un gato se zampe a un ratón distraído y que la historia termine abruptamente con el festín del gato. Después de habernos presentado a Ratoncete como un roedor más salao que las pesetas. Y por supuesto, la dieta de Ratoncete es in-con-ce-bi-ble: colesterol y grasas malignas a cascoporro, ¡¡¡pecado, pecadooooorrrrlll!!!. No, ahora Ratoncete comería lechuga, se limpiaría meticulosamente los dientes, como buen congénere de Pérez (cosa que se pasa por alto en el poema)y acabaría yéndose a jugar a la play con el gato. Eso de que un gato mate en una poesía infantil......maloooooo...y esa fulminante manera de acabar la poesía...
Por supuesto, estoy traumatizadísima con la terrorífica historia de Ratoncete. Desde que la leí, mis sueños están poblados de cacerías de gatos y roedores y no pruebo el queso desde entonces. No sea que me coman.
4 comentarios :
Entre esta poesía y la canción del pollito..."hace días que no duermo..pon,pon, mi pollito se ha perido,pon,pon...pobrecito,pon,pon...........lo encontrado en el arroz......."ahora me explico algunas cosas.......
Pues clarooo...así somos los de esa generación, unos dementes todos, jijijiji.
ya pero me di cuenta tarde,hace mucho que no canto,la,la....
Ese oidooooo guadalupux!!!!!!
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