¡¡¡TOMA JALOGÜIN ESPAÑÓ!!!

Como a mí no me gusta Halloween, que es una americanada, os pongo una foto del Halloween españolizado del año pasado, en el campo de unos amigos. En vez de calabazas... ¡calabacines! Pero mirad qué hermosura de calabacines:

(Aunque parezca el sponsor de la foto, la bolsa de Carrefour pasaba por allí. Además, ¡Carrefour es francés! ¡¡¡Viva la Chaquetilla!!!)

(Otra nota: el título de la foto no se ve bien. Pone "Halloween cañí" ¡Ole!)

Mis dos soletes

Quiero hablaros del yayo y la yaya, mis abuelos maternos. Son mis dos soletes, son más buenos que el pan y son unos abuelines maravillosos, de los que miman y a la vez educan. Es cierto que me han consentido mucho, porque soy la nieta más vieja que tienen, pero también me han enseñado mucho.
Además son una pareja feliz y enamorada a pesar de llevar 64 años casados. Son de los que se pelean por tonterías, y no se hablan, pero en cuanto uno se da la vuelta, el otro sonríe... me encantan, y los quiero muchísimo.
La María y el Antonio, el Antonio y la María, que tanto monta... los nietos los llamamos por su nombre: "Antonio, mira, por ahí viene tu novia..." o viceversa, y a los dos les brillan los ojitos.
Tenía que hablar de ellos en mi blog, aprovechando que el viernes hizo la yaya 87 coquetos años. El yayo tiene ya 89. Tienen sus achaques,cómo no, a esa edad... pero tienen un espíritu muy juvenil, y a veces son más modernos y avanzados que sus propios hijos y nietos. A veces me asombran sus comentarios. Son maravillosos, y desde aquí quiero darles las gracias por ser mis abuelis. No podía tener otros mejores. Un beso enooorme para ellos. ¡Os quiero!


(Tenía otra foto mejor de ellos, en su casa, los dos sonriendo, pero no la encuentro)

PARA ÉL, POR SUPUESTO

Para él, por esos siete años, casi ocho de noviazgo (sigo siendo su novia), por esos tres años de convivencia, por esos cinco meses de casados, qué mejor que decírselo todo por boca del poeta de Isla Negra, quién mejor que Neruda para decir "te quiero":

POEMA 18

Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

Pablo Neruda, 1924

Lo echo tanto de menos

Es sólo de lunes a viernes, y el viernes ya lo veo, pero la semana se me hace eterna sin él. Cuando me voy el domingo lo hago con un nudo en la garganta, y pienso que ojalá trabajase mañana y tarde para poder soportarlo mejor. En el trabajo estoy entretenida y lo sobrellevo, pero cuando llega la hora en que él está terminando de trabajar y veo que me queda otra tarde sola, sin él, sin salir a dar una vuelta, sin su presencia junto a mí, sin sus abrazos ni sus besos, se me vuelve a anudar la garganta.
Él me llama, me llama mucho. Mis compañeras me dicen que qué suerte tengo de tener un marido que me dé los buenos días a las ocho de la mañana, que me pregunte qué tal me ha ido el día a las dos de la tarde, que me dé las buenas noches a las once, y que en medio me mande mensajes diciéndome cosas bonitas, sencillas pero sinceras.
Ya sé que es sólo un mes y medio, pero hasta ahora nunca me había separado de él y me cuesta adaptarme; ya no recuerdo qué era vivir sola. Antes, cuando vivía con mis padres, era un placer. Ahora trato de verlo como tal, pero la casa por las tardes está llena de ecos tremendos y a veces, cuando ya he terminado de preparar las clases, de estudiar, de limpiar, se me viene la casa y la soledad encima. ¿Qué hago ahora? y sólo la lectura me refugia un poco.
Intento no pensar que durante la semana nos separan 150 kilómetros, sólo pienso que hay parejas separadas por más distancia. Pero no me consuela mucho. Lo echo de menos. Lo echo mucho, mucho de menos, sólo me importa él, a lo lejos.
Cuento los días hasta el viernes. Las tardes en Herrera sólo son una cuenta atrás que se acelera durante las mañanas, enfrascada en el trabajo, mi refugio, pero qué rápidas pasan las horas en el instituto. Y qué lentas pasan las tardes, tan lluviosas.
Sólo el viernes me trae la alegría del reencuentro y de su presencia, tan necesaria, tan deseada. Ahora estoy sola, pero en nuestra casa, esperando que llegue del trabajo. Lo echo de menos, pero hoy, no. Hoy borrará las lentísimas, lluviosas tardes de Herrera del Duque.


P.S. Valga este pequeño desahogo también para felicitarte, cariño, por cumplir hoy cinco meses siendo mi marido. Te quiero.

Descubrimiento en Herrera del Duque

Señores, noticia mundial: El Papa tiene su refugio privado en Herrera del Duque. Sí, el Papa. Sí, en Herrera del Duque. Allí se dedica a las labores agrícolas y aprovecha para descansar del mundo, el demonio y la carne, sus sempiternos compañeros de fatigas. Vean, vean:

HOOOLAAAAAA...DEPORTADA A LA SIBERIA

Bueno, pues, aquí me tenéis de nuevo. He llegado a Mérida sobre las dos y media, después de un largo viaje, bueno, mejor dicho, después de un largo periplo, porque más que conducir parecía que navegaba. ¡Qué manera de llover! Y en Herrera hacía un frío... Es la Siberia, al fin y al cabo.
Bien, pues he encontrado un piso muy majo (a ver si me llevo la cámara y luego pongo aquí las fotos), y está muy cerca del instituto. Y en el trabajo, pues genial, doy Latín de 1º y 2º de bachillerato y Cultura Clásica de 4º de la ESO. Como son niños ya mayorcetes, no dan mucha lata. Los de 4º el primer día andaban algo revolucionados, pero hoy he dedicado la clase a Mitología y estaban embobaditos escuchando las aventuras de los dioses olímpicos. Quizá también haya influido el que sepan que soy jefa de estudios y, por tanto, uno de los brazos ejecutores de la disciplina del insti, jejejejeje.
Por cierto, que el miércoles tuve el primer claustro de profes de mi vida. Y si sólo fuera eso, pero el dire me dijo que como jefa de estudios tenía que estar en la mesa de la directiva del centro. Qué apuro, madre, tenía frente a mí a 47 profesores mirándome. Al principio se pensaban que era una inspectora de la dirección provincial, pero luego el dire les dijo que era la sustituta del jefe de estudios y se quedaron algo más tranquilos. Por supuesto, yo, de convidada de piedra, me limité a estar sentadita, calladita y a escuchar lo que se decía por allí.
En fin , todo esto es muy nuevo para mí, y por supuesto, lo que más me gusta de todo son las horas de clase; las de jefatura me dedico a escribir amonestaciones, cartas a los padres y ordenar papelotes. Pero las horas de clase...no me da tiempo casi a disfrutarlas, cuando más a gusto estoy, suena el timbre y me tengo que ir, me saben a poco.
Lo mejor de todo... el reencuentro de los viernes con Grego. Cómo no.

Mis aventuras con Tolkien

Me encanta J.R.R.Tolkien, y todos los años me releo El Señor de los Anillos y El Hobbit, y todos los libros que tengo de él. Y cuánto me costó conseguirlos... Veréis. Cuando estaba en 3º de BUP gané un concurso de redacción del Museo cuyo premio eran 20.000 pesetas de entonces en un vale para gastar en la librería Martín. A mi madre le vino como agua de mayo para comprarnos a los seis hermanos material escolar y libros. Los Reyes fueron estupendos...pero ya no le alcanzó el premio a mi madre para todo, y me regaló "La Comunidad del Anillo" y "Las dos Torres". "El retorno del Rey" ya no me lo pudo comprar. Yo me puse a leer como una loca, hasta que llegó el final del segundo libro, que terminaba :" Y Frodo vivía, pero prisionero del Enemigo". ¡¡¡¡Aaaaaghhh!!! Me quedé helada.
Hasta un par de años después no fui capaz de comprarme el tercer librito y me lo bebí. Para mí, Frodo llevaba dos años prisionero del Enemigo y herido por el veneno de Ella-Laraña, y Sam llevaba dos años intentando salvar a su amo. Tenía que seguir como fuera, a ver qué demonios ocurría y cómo se solucionaba el asunto. Menos mal, menos mal...
Después me compré El Hobbit, como autorregalo por haber aprobado el curso en junio, y luego, los Cuentos Inconclusos, El Silmarillion, Árbol y hoja, los Apéndices de El señor de los Anillos... y todavía no he terminado de comprar.
Pero mientras tanto, he descubierto una página en internet de uno de los ilustradores de Tolkien, Ted Nasmith. Ya pondré algún dibujito de este buen señor, que es el ilustrador que más se asemeja a mi imaginación.

Foto de Praga

No, no he estado en Praga (todavía), pero mi primo Juan Carlos, sí, y además, es un fotógrafo maravilloso. Él me hizo el reportaje de la boda, con unas fotos preciosas en blanco y negro (en los archivos de junio hay una). Cuando me las trajo, en el CD tenía esta foto de Praga, y me parece absolutamente genial. Por eso os la pongo, para que la disfrutéis, y los que habéis estado allí, como es el caso de Pepe, para que recordéis los días pasados allí. Viéndola, me entran unas ganas locas de coger la maleta y plantarme allí a quedarme con la boca abierta unos cuantos días.

CAMBIO DE TRABAJO

Bueno, pues resúltase que me han llamado hace un rato de la lista de interinos de latín para hacer una sustitución en Herrera del Duque desde el 16 de octubre hasta el 30 de noviembre. Estoy contentísima, porque después de 12 años que hace que acabé la carrera, ya me tocaba trabajar en lo mío, ya. Así que ya he renunciado a la vacante de limpiadora en Madroñera. No lo he pasado mal allí, tengo unas compañeras estupendas y lo he pasado muy bien con ellas, y además me han permitido dar rienda suelta a una de mis grandes pasiones: limpiar pizarras. Parece una chorrada, pero me encanta limpiarlas, qué majas quedan cuando se ven tan verdes y sin rastro de tiza, jajajaja. En fin, que voy a pasar de limpiar pizarras a ensuciarlas con mis latinajos. Eso también quiere decir que no podré entrar en el blog tan a menudo como hago ahora, porque tendré que quedarme en Herrera de lunes a viernes, y lo peor de todo, que veré a Grego poquísimo durante un mes y medio (ay, la factura del móvil...). En fin, quería compartir con vosotros ustedes la noticia. Se aceptan comentarios, of course.

BANDA SONORA

¡¡¡YA TENGO BANDA SONORA EN EL BLOG!!!
Bueno, esto es un experimento, es más bien una maniobra orquestal en la oscuridad, porque todavía estoy probando, lo que quiero es que me salga la música directamente, no que el visitante tenga que darle al play que hay en lo alto de la página. Pero bueno, quien entre que disfrute con Carla Bruni y su "Quelqu´un m´a dit".

Bailar el tango

Bailar es vivir una historia de amores y desamores.
Abrazarse a la pareja y sentir la pasión que narra la música,
Imán de un hombre y una mujer.
Lágrimas de dolor, tristeza, alegría, celos, esperanza...
Al compás del bandoneón porteño y desgarrado como la vida.
Romper el suelo con los pies alados.

Enmarcar el talle de una mujer con manos de cuero y seda.
Lanzar lamentos con los cuerpos.

Todo a media luz
Aspirar el perfume del aguardiente y el tabaco.
Nadar entre el humo y la penumbra.
Gozar, gozar, gozar...
Olvidarse en los brazos del otro.

Parecidos razonables II

Mis hermanos siguen sacándome parecidos con los personajes más peregrinos. En la foto de bebé ven un cierto parecido con el ayudante del Inspector Clouseau, Dodó, o Totó, o comoquiera que se llame. Yo pongo aquí las fotos y vosotros juzgáis. Por mi parte, yo no veo ninguna similitud, pero mis hermanos juran y perjuran que nuestra "mirada" es idéntica:

¡Qué dos personas tan maravillosas!

Matías es el patriarca de Debaile, con un señorío bailando pasodobles que ya quisieran muchos , y la rumba la borda también, qué arte torero tiene. Y qué decir de Lali, es una mujer con todas las letras, fuerte y brava como ella sola. Una señora. Son una pareja entrañable y encantadora y un ejemplo para todos. ¡Un beso desde aquí para ellos!

Aquellos años mozos...

Siguiendo la tónica de Mayte, pongo un montajito cutre con fotos de Grego y servidora cuando teníamos algunos añetes menos. Me parece una idea muy buena, para que todos los blogadictos del universo Debaile metan alguna de cuando eran peques y así nos reímos todos un rato ( y suspiramos, también). En mi foto tengo sólo un día de edad; Grego tiene algunos años más, calculo que unos nueve o diez años, porque no me lo sabe decir con exactitud. Bueno, animo al personal a que nos muestre su infancia.