Me gusta enredar más que comer con los dedos

Cómo pasa el tiempo

Así eran...... y así los vi antes de ayer en Faro:

Con los años se han vuelto más viejos y más sabios: han dejado el heavy de peluquería por un estilo más auténtico y más heavy. Buen concierto.

Mi hermano Jesús

Mi hermano Jesús era el mayor, aunque en todos los documentos oficiales figure yo como la primera, pero tuvo la mala suerte de nacer cinco meses antes de lo que le correspondía, y eso, en noviembre del 69, equivalía a una posibilidad cero de supervivencia. Sin embargo, aunque nunca he convivido con él, creo que le debo el ser yo; no me hubiera dado tiempo a nacer a mí, si él hubiera nacido en abril del 70 (yo nací en noviembre). Quizá por eso pienso a menudo en él, y trato de imaginarme cómo hubiera sido. Me lo imagino alto (aunque no lo somos mucho en mi familia), moreno, con gafas (no sé por qué), alegre y decidor. Ahora tendría treinta y nueve años y se hubiera llamado Juan Miguel. ¿Por qué lo llamamos Jesús, entonces? Sencillamente porque nació vivo y mi tía lo bautizó de urgencia en el lavabo (nació en casa) y le puso Jesús.

Es una historia triste, pero trato de no pensar en sus circunstancias y, simplemente, quiero pensar que he tenido un hermano más. Jesús nunca ha sido una entelequia o un ente de razón, o un proyecto inacabado o como se quiera llamar; para mí Jesús es tan hermano como los otros, pero no está, aunque cuando era pequeña pensaba que se había reencarnado en mi hermano Juan. Creo que le debía una entrada, ya que hablo también de los demás. Ya estuve a punto de escribir sobre él en otras ocasiones, pero no daba con el tono adecuado y me salía una entrada demasiado triste, o demasiado fría. Tampoco he dado con la tecla ahora, pero ahí queda.

Nota: Jesús al nacer no tenía el tamaño de la foto, era más grande; según mi madre, como un Barriguitas, pero las fotos de fetos eran muy feas y ésta me recuerda a los bebés de mazapán, y es más cuca.

Meme literario

1. ¿Cuál es la obra que más veces has leído?

Creo que El Señor de los Anillos, La Historia Interminable y La Vieja Sirena. Es raro el año que no los releo. ¿Por qué? Pues porque me gusta meterme en esas atmósferas y olvidarme un poco de mi mundo, sólo por placer, y por reeencontrarme con esos queridos amigos.

2. ¿Cuál ha sido el último libro que has dejado a medias?

La Araucana, de Alonso de Ercilla y Paradiso, de Lezama Lima. Lo siento, son libros buenos, pero sencillamente, no puedo con ellos.

3. ¿Qué te suele llevar a preferir una lectura en vez de otra?

Muchos factores: de repente me acuerdo de un pasaje y me empiezan a entrar ganas de releer ese libro; también el tema, los personajes, el lugar donde se desarrolla la acción...

4. ¿Recomiendas libros con frecuencia? ¿Qué libros recomiendas más?

Según a quién recomiendo libros: a mis alumnos, a gente que sé que le gusta leer (si no le gusta, es perder el tiempo); a amigos, familia... pero no con demasiada frecuencia, tengo fama de friki libresca. Recomiendo libros que sé que pueden gustar a esa persona en concreto.

5. ¿Cuál fue el último libro de poemas que leíste?

En piel y huesos, de Elias Moro. Fabuloso.

6. ¿Cuál es tu momento preferido del día para leer?

Por la noche, en la cama, a la luz de la lamparita. Un placer.

7. ¿Recuerdas el primer libro “serio” o adulto que leíste?

Tenía (y tengo) la costumbre de leer todo lo que cae en mis manos. Mi madre me pilló de pequeña leyendo Las mil y una noches y me montó un buen cirio. Yo no sabía bien a qué se debía ese pollo, simplemente estaba buscando Alí Babá y no me dio tiempo a encontrarlo. De todos modos, no me estaba enterando demasiado bien de lo que leía.

8. ¿Te gusta ir al teatro? ¿Y leer teatro?

Me gusta el teatro clásico, una buena obra del siglo de oro o una tragedia griega son auténticos placeres. Tampoco me pierdo Eloísa está debajo de un almendro o La venganza de Don Mendo.

Y claro que leo teatro, mi discapacidad hace que pierda mucha información durante la representación, así que leo para pillarlo todo. Y el teatro de Valle Inclán es una joya, qué acotaciones...

9. ¿Lees con frecuencia libros que no sean literatura (filosofía, divulgación, biografías, guías de viaje, cómics…)?

Pues claro, lo leo todo. Las guías de viaje y los cómics de Mortadelo y Astérix me encantan.

10. ¿Prefieres comprar los libros o aprovecharte de las bibliotecas? ¿Te gusta curiosear en los mercadillos de libros (Feria del libro, libreros antiguos y de viejo…)?

Voy a la biblio de tarde en tarde, y también compro; tengo el prurito dehacerme con una buena biblioteca (¡cómo tengo la casa de libroooos!). Los libros de viejo me vuelven loca, tengo alguna joyita que otra...

11. Cuando acabas un libro, ¿cuánto tardas en empezar otro? ¿Lees puntualmente o siempre tienes un libro entre manos?

Inmediatamente busco otro libro. Siempre tengo un libro en las manos, en la mesilla de noche, en la cocina, en el baño...

12. ¿Has escrito alguna vez algo que consideres literatura? ¿De hacerlo, tendrías algún género al que te inclinases más?

He intentado hacer literatura y hay algunas cosas (pocas) de las que aún me siento orgullosa. Me gusta la poesía y la narrativa. Pero nunca acabo nada, se me rebelan los personajes y se convierten en lo que yo no pensaba que fueran a ser.

13. ¿Qué libro deseas leer y jamás lo has hecho?

Pues ahora me pica leer la saga de Millenium, a ver qué tal es, porque no sé ni de qué va exactamente, aunque esperaré a que escampe el temporal. El Ulises de Joyce, pero me da miedo de que no me guste; antes guardaba una lista de libros que quería leer, pero la he perdido. Ya se me irán ocurriendo.

Comida Hermanas Sisters II

Queridas hermanas:

Como os anuncié, yo seré la siguiente anfitriona para celebrar la segunda comilona hermanil. Se ruega traigan los flamantes tupperwares con sus cositas ricas. Yo estrenaré mi molde de corona con una rica ensalada de arroz. Dado que el 75% de la hermandad anda a dieta, se ruega aportar cosas con poco aporte calórico y fresquitas, como gazpachitos y cosas ligeras, veraniegas y ricas.

Ahora viene el ajuste de fechas. No puedo este fin de semana, que estaré en la concentración de los Pies Sucios en la Puebla de la Calzada, ni el siguiente, que estaré en la de Faro. Creo que a partir del fin de semana del 25 de julio podré estar disponible. Ahora, decidme, hermosuras, cuándo les viene bien.

P.D.: Dixie Wonderland, por favor, aporte también su juego del Misterio de la Abadía. Nunca vienen mal unas risotadas.

Insomniac!!!!

Tengo insomnio de nuevo. Son las cinco y cuarto de la mañana y aquí me tenéis, navegando. Y lo más divertido es que tengo un sueño que me caigo, pero es ponerme a dormir y mis pensamientos se ponen a correr como locos, salto de uno a otro como las cabras y me desvelo. Mr. G. está dormido y se levantará dentro de una hora. Y yo aquí, en el despacho, sentada y sin poder dormir, ¡con lo que tengo que hacer mañana! En fin, será mejor que lo intente de nuevo.

Yo soy yo y...

Hay mucha gente que me conoce por internet, o fuera de él, que tiene hecho un gazpacho andaluz con la cantidad de personalidades bajo las que me escondo. En realidad no me escondo, simplemente cambio de nombre como otros de calcetines, quizá porque mi nombre primigenio, Eulalia, no me gusta nada. Se preguntarán cómo es que no me gusta, siendo tan emeritense y tan latinófila y helenófila; pues no me gusta. Siempre lo he metido en el mismo saco que Eustaquia, Eufemia, Eulogia (que es como me llama mi hermano Juan), así que lo catalogo como uno de esos nombres horribles que se ponían antes. Además, la gente se arroga el derecho de llamarme Lali sin consultarme, y lo ODIOOOOOO. Que lo sepáis.

Por ello, en internet aparezco bajo otros nombres, así que paso a escribir una guía informativa para encontrarme:

• Dama dura: éste fue mi primer alias, y el menos conocido. Lo tomé de Lestat el vampiro, de Anne Rice, y era el apodo de la chica del grupo musical de Lestat. Ya no suelo usarlo, porque la gente se cree que soy una dominatrix, y ya me ha causado más de un equívoco con algún internauta que me pedía a gritos que lo envolviera en papel albal y luego le diera una buena tunda de látigo (¿yooooooo?, jijijiji, si me viera...).
• Evla: E-V-L-A y no Elva o Eula, no: e-uve-ele-a. Es el diminutivo de mi nombre en griego moderno, que se transcribe "Evlalía"(pronunciando la uve como Jesús Hermida). Este nombrecito me lo dio mi antiguo compañero Rafaíl cuando hacíamos el seminario de griego moderno. Es el apodo más frecuente y el que menos entiende la gente.
• [Fra] Jeromo Sapiens: uno de los más nuevos; lo rescaté de una invención de mi hermano Antonio. Cuando era más pequeño, se inventó el nombre de Jeromo Sapiens, muy parecido fonéticamente a "el homo sapiens". Es un nombre muy divertido aunque como es masculino, alguna amiga me ha tomado por lo que no soy y alguna me ha puesto de príncipe para arriba. El Fra se explica abajo.
• Fra (o hermano) Adelmo: Evidentemente, este frailecillo inexistente bajo cuyos hábitos me escondo a veces, está cogido de El nombre de la rosa y tiene un mes de vida, concretamente desde que mis hermanas y yo jugamos a El misterio de la abadía, un cluedo medieval descacharrante donde tenemos que comunicarnos en gregoriano mientras un fraile asesino nos va quitando del medio. Veneno Hipnótico se esconde bajo la capucha de Ubertino da Casale y Dixie, bajo el Hermano Venancio, o incluso Berengario (ya le vale).
• Bulalia (sí, con B): así me llamaba mi Manuel, mi niñito sordo del colegio, que tenía tres años y, claro, mi nombre le resultaba bastante difícil de pronunciar. A mis niños grandes les gusta llamarme así, y yo, que estoy loca por llamarme de cualquier modo antes que Eulalia, lo acepto con alegría. Así aparezco en tuenti y así reza en mi camiseta de la peña motera. NO es un error. Mis nenes me llamaban a grito pelao por los pasillos señorita Bulalia, y yo atendía a su llamada. A veces, cambiaban a Magistra Lupa o Magistra Pittbull, pensando que me hacían rabiar así. ¡Pos no!

En fin, esta lista se irá haciendo más y más larga con el paso de los años; en cuanto encuentre un nuevo apelativo, allá que me bautizo.

Caballo de acero

Ésta es nuestra moto, una Honda Shadow de 750 cc. En realidad, ésta, ésta no es, es parecida, pero es la más semejante que he encontrado en internet. También tiene alforjas y las defensas delanteras y es negra. Mr. G. cambió la Hyosung Aquila de 650 por ésta, porque es más grande y le venía mejor. Es más cómoda también para mí, pero confieso que me da miedo encaramarme y salir de ruta, a pesar de las veces que lo he hecho. Tengo que ir pensando en el paisaje o en mil habilurias para aventar la idea de que yo soy parte del chasis de la moto. Y sin embargo, es agradable sentir el aire. Mr. G., que es el conductor, dice que produce sensación de libertad. Yo aún no soy capaz de disfrutarla tanto, pero sí que me gusta ir a las concentraciones y hacer una rutita lenta por las carreteras secundarias. Y sobre todo me gustan los complementos: elegir casco, ropa, botas, camisetas... y toda la iconografía chopper de calaveritas, cuero, cruces de Malta, águilas, flecos y demás cuchipandas. Me gusta encontrarme con los ya viejos amigos moteros, echar unas cervecitas con o sin plomo, comer y reírnos. Normalmente siempre hay muy buen rollo en las concentraciones, y todos somos amigotes. Ésa es la parte que más me gusta, la que menos es viajar en la moto, ya digo que me da miedín. En fin, sólo quería presentaros la moto, que hace unos meses que la tenemos, y ya me he enrollado como una persiana.