jueves, mayo 28, 2009

Rositas

Ayer fue nuestro tercer aniversario de boda, y Mr. G. me trajo esta agradable sorpresita:



Así al menos quedan en fotos, porque se me secarán y se pondrán feíllas. Es un modo de conservarlas y tenerlas siempre.
He de reconocer que yo tengo menos detalles que un Seat Panda, porque NO le regalé nada (al menos nada material).

martes, mayo 19, 2009

Qué divertido es esto

He encontrado mi juego favorito: cambiar de look sin pedir cita en la peluquería. Y además he cumplido un viejo sueño; llevar una coronita sin tener que recurrir a trajes de novia. En la imagen está la página, si alguien quiere enredar.

jueves, mayo 14, 2009

A petición de Gloss...¡Las Escolapias! (I)

Como Gloss me pidió que hablase sobre las Escolapias, le haré caso por una vez, y contaré cosillas sobre este nuestro querido cole. Eso sí, contaré las cosas desde mi punto de vista, así que habrá temas que les suenen a chino a las demás.
Entré en el cole a la edad de tres años, camino de los cuatro (a Mr. G. le quedaban unos días para nacer) y mi primera maestra fue la Madre Concepción, a la que luego vi otra vez en Córdoba, pero claro, ya no se acordaba de mí. Entonces se hacían Parvulitos pequeños y Parvulitos mayores. En los pequeños aprendimos a leer, cosa que se me dio muy bien con unas láminas de un burrito haciendo A-A-A-A y una ovejita haciendo B-B-B-B y así hasta la Z, que creo recordar que era un moscardón. En los mayores, ya aprendimos a restar llevándonos, cosa que no me entraba en la mollera, de ahí mi etiqueta de "Las matemáticas, como que no; esta niña lleva las letras en vena". Sin embargo, la señorita Esperanza era un cielo, y aún la sigo saludando.
Luego empezamos la E.G.B. con unos libros maravillosos que estaba deseando tener porque a mí me parecían "de mayores". No recuerdo la editorial, sólo sé que eran naranjas, y en la portada tenían un gran círculo con una foto o dibujo aludiendo a la asignatura en cuestión. Con la señorita Maite aprendimos las tablas de multiplicar (si alguein se asusta de que aprendiésemos esas cosas tan pronto, les recuerdo que estamos hablando de 1.974, 75, y 76), no hace diez años. La señorita Maite era guapísima, con unos ojos claros enormes, y todas las niñas queríamos ser como ella de mayores. Sigue sabiendo quién soy yo; hace pocos años, me llevó a casa en su coche desde la escuela de idiomas.
En segundo, la cosa se torció, nos tocó una monja que era un auténtico ogro, de las de la letra con sangre entra. Yo me pasé gran parte de las clases de matemáticas encerrada en el "petit",o sea, el servicio, donde había un pupitre, dando clases particulares de matemáticas con el lavabo. Ese año empezamos a dar Francés con la mundialmente conocida Carlota, la primera profesora a la que llamábamos por su nombre. Y gimnasia con la señorita Guadalupe. Tuve que ir en septiembre a examinarme de matemáticas, a la tierna edad de siete años.
En tercero mejoraron las cosas con la señorita Pepi, aunque el ogro del año anterior era quien nos preparaba para la comunión, qué cruz, señor. En cuarto, tuvimos otra profesora Pepi, la de los ojos azules, otro agradable reeencuentro en la escuela de idiomas. Era una maestra fabulosa, a pesar de su notificación de "se irrita con facilidad" que me puso una evaluación.
En quinto, Madre Consolación volvió a tirarme en matemáticas. Claro que yo en lugar de hacer divisiones por cinco cifras como Dios manda, me dedicaba a poner números al tuntún, a ver si colaba. No coló, claro, aunque aprobé en junio de milagro. Aparte de eso, aprendíamos historia en un libro llamado "España y sus hombres", en el que conocimos a Viriato, el Gran Capitán y a Cristóbal Colón. La única mujer que estudiamos fue Isabel la Católica. La madre Consolación nos metió el gusto por la poesía a fuerza de escribir en una libreta poemas que nos iba dictando; lo malo fue que tuvimos que aprendernos el Catecismo de cabo a rabo (¿Quién es Dios? Dios es nuestro Padre, que está en los cielos, creador y Señor de todas las cosas, que premia a los buenos y castiga a los malos. Todavía me acuerdo).
Y hasta aquí, la primera etapa. Como estuve desde los tres hasta los diecisiete años, hay material para tres entradas o más, así que lo hago por partes.

lunes, mayo 11, 2009

Meme memo nº N

  • ¿Un buen lugar para relajarse? Las playas de Barbate propiedad del ejército (si me dejaran pasar, claro), ¡no hay nadie!
  • ¿Te echas la siesta? Si tengo necesidad y tiempo, sí.
  • ¿Quién ha sido la última persona a la que has abrazado? A Mr. G.
  • ¿Un postre? El bizcocho de la yaya.
  • ¿La última cosa que te has comprado? Un paquete de Fortuna.
  • ¿Qué escuchas ahora mismo? Nada, no llevo audífonos. Para los oyentes, creo que silba el viento por las rendijas del lavadero.
  • ¿Tu estación del año preferida? Otoño e invierno; concretamente, noviembre..
  • ¿Cuál es tu fin de semana ideal? Con Mr. G. en Granada, en Lisboa o donde quiera llevarme.
  • Si pudieras tener una casa gratis en cualquier parte del mundo, ¿dónde te gustaría que estuviera? En París.
  • ¿Lugar favorito de vacaciones? las capitales europeas.
  • ¿Cuál es tu té favorito? El pasión turca y además, adoro el Rooibos opera, es bizcocho líquido.
  • ¿De qué te gustaría librarte? de las oposiciones
  • ¿Qué querías ser de pequeño/a? Nada, como mucho, maestra, porque me gustaba jugar a las maestras, pero no tenía vocación definida. Sabía lo que NO quería ser: Monja.
  • ¿Qué estás leyendo ahora mismo? Acabo de terminar uno ¡y ahora no sé cuál leer!
  • No podrías vivir sin… libros.
  • ¿Qué prenda (ropa, calzado o complemento) tienes en casa que tenga mucho valor sentimental para ti y explica porque? Un pijama verde de cuando tenía cuatro años que está intacto después de pasar por mis hermanas. Lo conservo por eso y porque me operé de anginas con él puesto.
  • Si es que crees que hay vida después de esta vida ¿qué te gustaría ser? Un hombre; quiero ver el mundo desde el otro lado y poder hacer pis contra una pared.
  • ¿Cuál es tu parte del cuerpo favorita? El pelo y los pies, ya lo he dicho alguna vez.

jueves, mayo 07, 2009

¡Falta imaginación!

"Donde no hay imaginación, no hay horror."
Arthur Conan Doyle
"El
mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación."
Friedrich Nietzsche
"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento."
Albert Einstein
"La imaginación es la voz del atrevimiento."
Henry Miller
"La imaginación nunca se sacia; tiene por cárcel todo el universo"
Benjamín Jarnés
"Si un hombre se imagina una cosa, otro la tornará en realidad."
Julio Verne

........................................................................................................

Según la Wikipedia, imaginación (del latín imaginatĭo, -ōnis) es el ejercicio de abstracción de la realidad actual, supuesto en el cual se da solución a necesidades, deseos o preferencias. Las soluciones pueden ser más o menos realistas, en función de lo razonable que sea lo imaginado.

Personalmente, no me gusta definir la imaginación, porque creo que es un concepto tan amplio como un universo paralelo, y soy incapaz de abarcar en dos o tres frases lo que es.

De todas maneras, no se trata de definir aquí este concepto, sino de quejarme amargamente de que la imaginación,según veo cada día más, va brillando por su ausencia en nuestras mentes, cada vez más prosaicas y menos dadas a liberarse de este mundo.

La definición de arriba trata a la imaginación como una solución, pero para mí es un placer. No digo que no me solucione nada, pero sobre todo, la imaginación es placer y poder. Gracias a ella puedo volar, o verme alta y delgada, o tener una isla en la Polinesia, o vivir en un castillo, o, simplemente, tener una plaza fija (que tampoco es moco de pavo).
Todo el mundo me acusa ( y digo bien, me acusa) de tener una imaginación desbordante. Una de mis primas, cada vez que venía a casa, se sorprendía de oírnos hablar sobre tontunas varias. Se quedaba boquiabierta y luego nos decía que "teníamos demasiada imaginación", de modo algo despectivo y admirativo a la vez. Claro es que la pobre señora malamente había cogido un libro en su vida. Porque yo le debo a los libros el hecho de que en mi cabeza exploten fuegos artificiales a todas horas. Y no me refiero a la literatura fantástica, sino a toda la literatura. Gracias a eso, puedo ver en mi mente con bastante detalle al personaje de cualquier libro (¡acerté imaginándome a La Regenta con la cara de Aitana Sánchez Gijón seis años antes de la serie!), puedo crear la historia que a mí me dé la gana en mi cabeza y me la cuento a mí misma por las noches.Y luego, si creo que merece la pena, la escribo.
Y sin embargo... veo en la mayoría de los alumnos que tenemos en el instituto una mente desprovista de colores. Y luego eso se traduce en unos conocimientos más pobres y menos firmes.
El latín y el griego, en apariencia, son "lenguas exactas", son muy matemáticas y normalmente en ellas a + b = c . Sin embargo hay cosas que se pueden explicar con imaginación. Cuando les digo que el adjetivo es la palabra más cobarde de la lengua porque no se atreve a salir si no es de la mano de un sustantivo o un verbo copulativo me miran como si me hubiera vuelto loca. No lo entienden. Pero conocer historietas de éstas ayuda muchísimo a fijar los conocimientos. No son capaces de ver una historia en la gramática. No saben la cruz que tengo con que se aprendan los verbos deponentes. Por más que le digo que son verbos "espías", que son activos y se disfrazan de pasivos y que el archivo secreto de los deponentes es el diccionario, no son capaces de imaginarse un verbo con gabardina, borsalino y gafas oscuras. Me miran como si hablase en mandarín. Sobre todo uno de ellos, que no sólo carece por completo de imaginación; se enfada y me reprocha que les cuente este tipo de historias.
También fuera del trabajo se nos reprocha a los imaginativos que lo seamos. Nos tildan de quijotes, de que se nos va a secar el seso (¿no es al revés?), de tontos, de infantiles...Sin embargo, poder imaginar es una de las riquezas más grandes que pueden poseerse, porque nos permite tener un mundo interior tan grande como el exterior, o mayor aún.
Y además es muy útil y productivo. Einstein decía "La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado, la imaginación rodea al mundo." Y este señor creó una teoría científica importantísima; de lo que se deduce que la imaginación no es patrimonio de las letras, sino de todo aquél que lea, piense y observe.
Creo que también la televisión hace mucho daño; en ocasiones, dejamos que piense por nosotros. Por eso la veo poco, algunas series policíacas y dibujos animados. No me gustaría convertirla en la niñera electrónica de mis futuros hijos, si es que alguna vez los tengo. Si estoy en casa sola, la tele está apagada; muy aburrida debo de estar para encenderla.
Por último, tampoco les interesa a las altas instancias que seamos imaginativos, sino productores borreguiles. Menos opinión y más producción, piensan. Prosaica idea. Claro que así son ellos de aburridines. Y así nos va.
Desde luego, no estoy dando un poder absoluto a la imaginación, sino de buscar un equilibrio entre lo pragmático, lo real, y lo que pensamos e imaginamos. No sólo resulta útil, sino que también nos sirve para dar un poco más de gracia a este nuestro mundo, que ya lo hacemos bastante grisáceo cada día.

miércoles, mayo 06, 2009

martes, mayo 05, 2009

Playa del Buzo por la tarde

Foto de la playa del Buzo (Puerto de Sta. María) por la tarde. La hice un día de sol, pero parece nublado, quizá por el reflejo de la luz del sol sobre el agua. Lo curioso es que me ha salido la bola del sol. No sabía que mi móvil tuviera filtro solar. Ahí queda.