lunes, abril 23, 2007

No me llames extranjero

Aunque no vaya a bailar con los refugiados (no es por ellos, evidentemente, sino porque me cuesta un triunfo bailar), me parece una labor estupenda la que hacéis los que vais. Y también tengo que decir que no me gustó eso de no dejarlos entrar en el Maikel´s. Son cosas que no me entran en la cabeza y que me dan asco, son ciertas actitudes, ya sabéis...
Qué pronto se nos ha olvidado cómo nos miraban en Alemania porque olíamos a ajo y llevábamos encima el pelo de la dehesa. Qué pronto se nos ha olvidado nuestra sangre árabe, vieja de ochocientos años, que se asoma en nuestros ojos, nuestro pelo y nuestra piel. Y qué pronto hacemos desaparecer cuando nos interesa, cual prestidigitadores, la proverbial hospitalidad española, árabe también, al fin y al cabo.
Os pongo este montaje de la canción de Rafael Amor, para que la escuchéis. Es muy bonita y dice verdades como puños.
Es mi pequeño granito de arena en defensa de todos los cayucos, sudacas y moracos que conviven con nosotros.

2 comentarios :

blogmaster dijo...

Gracias Evla por tu post... y por la canción.

Gema

blogmaster dijo...

Que güay nena!!

Gema