Este año, como muchos de ustedes saben o imaginan, no hay salida al extranjero, de modo que no esperen relatos y fotos acerca de alguna capital europea, no. La única salida que hemos hecho ha sido a la concentración de Faro, en la que hemos estado cuatro días en tienda de campaña en un camping con cuarenta mil personas más, compartiendo retretes y duchas portátiles y sacándonos los cocos de la nariz negros como tizones por el polvo circundante. Bueno...en realidad, salvo lo sucísimos que hemos estado, nos lo hemos pasado bien, incluso hemos hecho visitas turísticas al pueblo de Faro.
Pero, como decía, no vamos a salir más porque ahora toca zafarrancho de pintura. Sí, como lo oyen, en plena canícula agosteña, vamos a pintar la casa (si es que viene el pintor, claro). De cabo a rabo. Y no sólo eso, hay que cambiar parte de la decoración, trasladar muebles de un sitio a otro, comprar un sofá nuevo y más grande...en fin, mil cosas.
De modo que aquí me tienen, haciendo croquis y planos como un diseñador de interiores, a ver cómo redecoro el despacho, con metros, reglas, cartabones y compases. A ver qué sale de esto.
3 comentarios :
Mucha suerte y mucho ánimo, yo de leerte ya me he cansado. Al final no te irás de vacaciones, pero ya verás como merece la pena. Un besitoo
¿Ya te has cansado de leerme? ¿Soy tan aburrida? ¡Jajajaja!
Jajaja no había leído tu comentario!! Tú me entiendes no seas joía.
Un beso.
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