Me gustaría compartir con todos los que entran a mi blog una de las poesías del libro que Cronos me ha regalado y que Antonio Pacheco me dedicó. Evidentemente, el libro es suyo, se titula " Madrugada de los Ferrocarriles" y es una pequeña joya. Sus poemas están hechos como a mí me gustan, como chocolate para dejarlo deshacer lentamente en la boca. Son pequeños como bombones, y se paladean con los ojos y el pensamiento hasta captar su verdadera esencia. Como muestra, éste, me gusta especialmente, porque yo he vivido siempre al lado del Guadiana:
HEMOS vuelto al cauce
HEMOS vuelto al cauce
diseñado por la sombra
de los eucaliptos;
a la humedad de los juncos
y las libélulas.
A editar en el recuerdo
otros nombres
a orillas del Guadiana.
Otra historia
seducida
en el perfume de las rosas.
(Antonio Pacheco)
3 comentarios :
Me encanta el libro, cuanto más lo leo, más siento que toca algo muy mío, aunque no sé exactamente qué es.
Más de una vez he jugado a orillas del guadiana, ( en Merida... en la Isla...)y este poema me ha tocado algo que me ha hecho estremecerme desde dentro .
Gracias por publicarlo.
¿Te ha gustado? Yo he vivido durante 33 años en la Zona Sur de Mérida, al lado del río, y he jugado y me he bañado mil veces en la Isla. Desde el colegio de las Escolapias lo veía a diario. Por eso elegí el poema, el Guadiana es muy especial para mí. Cuando estudiaba en Cáceres, me encantó la ciudad, pero sólo le encontré una falla: no tenía río. Echaba de menos el Guadiana.
Publicar un comentario