miércoles, abril 30, 2008
lunes, abril 28, 2008
Qué bonito
sábado, abril 26, 2008
El mundo del silencio
miércoles, abril 23, 2008
Para Pili, de Bécquer
RIMA XII
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las hurís del Profeta.
El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.
Que parecen sus pupilas
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.
Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed con ella,
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.
Que parecen, si enojada,
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.
Es tu frente que corona,
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas,
Que entre las rubias pestañas,
junto a las sienes semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.
*
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás, si negros o azules
se tornasen, lo sintieras.
lunes, abril 21, 2008
El PER
- Primero, porque viene cogido con alfileres.
- Segundo, porque con cuatro horas a la semana se quiere bajar de un plumazo el altísimo porcentaje de suspensos que campan hoy en día por las aulas. ¿Cómo? pues preparando en esas cuatro horas semanales a los malos alumnos para una evaluación extraordinaria (repesca, que se decía en mis años) .
- Tercero, porque a los malos estudiantes se les da todo masticadito para que puedan aprobar con facilidad, con lo que se fomenta la ley del mínimo esfuerzo; y a los buenos estudiantes, que son los menos, no se les da nada, ningún incentivo, ninguna recompensa, desde la Administración, claro. Están ahí, en clase, muchos de ellos convertidos en los frikis del centro, trabajando, estudiando y mostrando un interés y unas ganas que hoy están totalmente demodés. Hoy lo que se lleva son las flts de ortgrfia, los sms inintlgbls, los mvls 3ª gnrcn, las motos y los bugas guapeaos, el btlln, y toda esa faramalla que lleva incorporada la generación que nos toca desasnar.
- Cuarto, porque con esto se quiere mejorar un porcentaje, pero no una realidad. Yo no sé quién demonios es el ideólogo de todo esto, pero desde luego, parece que hace evos que no pisa un aula. De la realidad educativa no tiene mucha idea que digamos. Es como lo de los ordenadores en las aulas, vaya modo de empezar la casa por el tejado, pero ahora no quiero hablar del tema, que me enciendo (cosa que no hacen la mitad de los ordenadores de las aulas).
Se me ocurren muchas más razones para denostar esta nueva y genial idea, pero no quiero aburrir demasiado; muchos de mis lectores no pertenecen al maravilloso (y a veces frustrante) mundo de la enseñanza y a lo mejor todo esto les importa un bledo. Sólo quería desahogarme un poco, porque veo que muchos de los chicos que pasan por mis manos se están yendo al garete a pesar de mis esfuerzos y los de mis colegas, vienen a clase como corderos llevados al matadero; se toman el instituto como el patio de una cárcel, quieren ser libres y no saben qué cosa es ésa; no conocen las más elementales reglas de la educación y el civismo; se ciscan en todo porque nadie les ha enseñado que hay cosas no ciscables; a los profesores nos ven como ogros y guardias de la porra, sobre todo, a los que no vamos de coleguillas... Siempre hay alumnos maravillosos, que estudian o que no estudian pero que son gente estupenda y educada. Pero los que componen la "morralla" me inspiran el mismo cariño que los buenos y a la vez una inmensa lástima de verlos tan perdidos, tan ignorantes, tan inocentes y tan obcecados en que llevan siempre esa razón que se les da a diario con tal de no oírlos. A fin de cuentas, de lo que se trata es de hacer una sociedad de productores, no de pensadores.